TUS FALTAS DE ORTOGRAFÍA HACEN BERREAR AL NIÑO DIOS

Queridos amiguitos, pecadores de la tilde:

Ya os he contado que, cuando nací, un demonio disfrazado de enfermera de la Unidad de Neonatos me impuso el martirio de la ortografía y me inyectó en la fontanela la misión de dar la vara hasta la náusea para promover la correcta escritura. Si queréis saber la historia completa, podéis leerla aquí.

El caso es que las semanas se suceden y yo sigo viendo enes antes de bes y «convenzcos» pululando por la red. Formulo una pregunta, se me contesta un SI sin tilde y se me parte el corazón.

Pero no creáis que me rindo en esta mi cruzada particular. Nanai. Yo sigo adelante con la misma fuerza que antes. Y como sé que os gusta el metesaca más que a un tonto una tiza rallada, que, ahora más que nunca, en este verano de edredón que nos está haciendo, os apetece horrores arrancaros el pijama de felpa y darle al fornicio, os ofrezco una nueva serie de normas ortográficas ilustradas con marraneces y alguna que otra filia flojita (ya sabéis que esto se va a ir calentando a fuego lento, al mismo ritmo que las barrabasadas ortográficas me vayan hinchando la vena de la frente). Vamos a ver si es cierto ese antiguo refrán de LA LETRA CON LEFA ENTRA. Ahí va :

A ver si aprendéis, desgraciaos, que me tenéis negra, y ya sabéis que yo no quiero matar a nadie, pero aquí las que mandan son las voces de mi cabeza, que me ordenan ALTO y FUERTE que estrangule con una ondamanía al próximo que ponga «Que guay» sin tilde.

*Como sé que sois insaciables, es probable que el cerebro os pida más guarrez en forma de dibujos obscenos. Aquí la tenéis.